febrero 24, 2011

Un mensaje resentido.

Me senté en el muro que divide la calle a ver al día morirse. Que sádica. Ya perdí la cuenta de los días que llevo haciendo lo mismo. Soy infeliz. No me siento, me cae, hoy confirme mi entendimiento entre el "sentirse" y el "ser". Se me olvidó donde instalé el botón de Reset. Pero estoy segura que anda por donde perdí la paz. Mi otra voz, creo que se ha ido de viaje. Ojala me hubiera llevado también. Para ya no tener regresos sin partir.

Vivo bajo el pellejo de un maniquí. Saliendo de vez en vez, con mis pasos minimizados. Incomoda. En crisis cuando apuesto $10 a los zapatos que dicen -Suicida- en la suela.

¿Qué? ¡¿Queeeé?

Sí, soy la idiota que se perdió, a la que los audífonos asquean cuando la letra de las canciones se me hace superficial, vacía, estúpida, irritante...o cuando me da envidia lo que expresan, quiero romper el espejo mientras me muerdo los labios al imaginarme sus sonrisas y borrar al rostro que se refleja en el*, porque tengo al demonio en casa. Para colmo en la TV, descontinuaron las pastillas para no soñar. 




*Ya no conozco a esa chica, ni a sus manos, ni sus ojos, menos su expresión; sé que una vez la ví...¿donde? No me acuerdo.

No hay comentarios: